El cambio climático es una de las grandes problemáticas que afrontamos como humanidad y parece avanzar hacia horizontes jamás conocidos. El riesgo que corre nuestro planeta de no volver a ser cómo lo conocemos más el aumento de las noticias que circulan a diario impactan directamente en algunas de las personas, lo que genera un fenómeno que se conoce como ecoansiedad.
El término hace referencia al miedo, la angustia o la preocupación de que, si no actuamos rápidamente, no podremos hacer frente a las consecuencias del calentamiento global y otros fenómenos meteorológicos extremos y ocurra un desastre medioambiental.
La Asociación Americana de Psicología (APA) describe la afección como “el temor crónico a un cataclismo ambiental y el estrés causado por observar los impactos aparentemente irrevocables del cambio climático y por la preocupación ante el futuro propio y el de las futuras generaciones”.
Si bien aún no está considerada una patología, los expertos sostienen que puede ser un primer paso para trastornos psicológicos y secuelas, lo que indica que hay que estar al tanto de su evolución. Además, se trata de algo que está en incremento: se ha constatado de que cada vez hay más personas que sufren la crisis del clima. Entre los más perjudicados están los jóvenes, porque son los que tienen más futuro por delante y la posibilidad de padecer los errores de las generaciones anteriores.
Pero hay formas de hacerle frente a la ansiedad ambiental, y nosotros podemos ser parte de ello: aprender a vivir de forma más sostenible, optar por consumos responsables y locales, reducir el uso de plásticos de un solo uso, entre tantas otras iniciativas que desde Ivess te mencionamos en la sección “Tips”. Otro punto importante es compartir con tu círculo para que cada acción individual se convierta en colectiva y aportemos entre todos a un mejor ambiente y salud mental.