Es la estrella más cercana a la Tierra, compuesta de hidrógeno y helio a inimaginables temperaturas en estado de plasma, con un diámetro de 1,4 millones de kilómetros. El poderoso sol hace posible la vida en nuestro planeta, mantiene unido el sistema solar y trae varios beneficios para el organismo. ¿Sabés cuáles son los más importantes?

Los estudios han demostrado que la luz solar estimula las células del sistema inmunitario contra el frío, la gripe y las infecciones. Además, previene la deficiencia de vitamina D y, por el contrario, aumenta la absorción de calcio para tener huesos y músculos bien fuertes.

Por otro lado, nos ayuda a dormir. ¿Cómo es eso? Resulta que la luz solar regula el ritmo circadiano (ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas) y le indica al cuerpo cuándo aumentar o disminuir los niveles de melatonina, una hormona que es fundamental para el sueño. Por lo tanto, cuanta más luz del día recibamos, más melatonina produciremos cuando sea la hora de ir a la cama.

Pero ¡ojo! Estar mucho tiempo al sol causa efectos totalmente adversos y contrarios a los que comentamos antes. Hay que ser conscientes de ello para evitar enfermedades, patologías o afecciones principalmente en la piel.

Por este motivo, es necesario que los padres inculquen a sus hijos un buen hábito de exposición, limitar el tiempo y agregar protector solar constantemente para no tener un contacto directo con los rayos. También, comentarles cuáles son las horas en las cuales el sol se encuentra en su punto máximo de radiación (10 a 16 horas) para aumentar más la protección y que nada los detenga de vivir buenos momentos al aire libre, además de recibir todo lo bueno que provee el gigante amarillo.