El cuidado del ambiente es uno de los temas más relevantes de los últimos años y, si bien son los gobiernos con políticas públicas los que pueden generar cambios más rápido y de mayor impacto, existen pequeños hábitos que cada uno de nosotros podemos incorporar para llevar  una vida más sustentable y que multiplicados hacen una gran diferencia.

Pero, ¿qué significa una vida sustentable?

Significa que realizamos un conjunto de acciones que contribuyen a la preservación de los recursos naturales.  A continuación, compartimos 7 hábitos para que puedas sumar a tu rutina.

1.    Reducir, reciclar y reutilizar

El primer hábito para tener una vida más sustentable es entender y poner en práctica la regla de las tres erres: reducir, reciclar y reutilizar.

Reducir nuestro consumo de productos y alimentos, reutilizar materiales y objetos en casa en vez de comprar nuevos, reciclarlos dándole un nuevo uso, o separar los materiales que pueden ser reciclados y reinsertados en el circuito productivo.

2.    Separar la basura

Separar la basura es otro de los hábitos más importantes a adquirir. Los residuos todos juntos son basura, separados son recursos, materia prima para la fabricación de nuevos productos. Se disminuye así, el consumo y la presión sobre los recursos naturales.

Podés separar plásticos, papel, cartón, vidrio y otros elementos  y entregarlos en centros de reciclaje o cooperativas para evitar que terminen en basurales a cielo abierto o actuar conforme las reglamentaciones y posibilidades de tu localidad.

3.    Reducir el consumo de energía

Otro hábito imprescindible a incorporar es reducir el consumo de energía. Las energías no renovables son las responsables del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Qué podés hacer para ahorrar energía?

Lámparas: usá lámparas LED y no olvides apagarlas al salir de los ambiente.

Enchufes: desconectá equipos y cargadores, consumen energía aún cuando no los utilizamos.

Etiquetas: comprá aparatos eficientes. Buscá etiquetas de eficiencia energética clase A.

Lavarropas: juntá ropa para hacer un solo lavado, elegí programas cortos y usá siempre agua fría.

Plancha: juntá la mayor cantidad de ropa, la plancha consume menos electricidad cuanto más tiempo seguido se usa.

Aire acondicionado: usalo en 24º en verano en refrigeración y a 20º para calefaccionar en invierno.

4.    Caminar o moverse en bici

Evitar el uso del auto y caminar cuando se trata de distancias cortas o medias, y optar por moverte en bici cuando las distancias son más largas, es uno de los mejores hábitos. No solo para tener una vida sustentable porque se evita el consumo de energías no renovables, sino también para lograr una vida más saludable. Estas actividades reducen el colesterol y el riesgo de sufrir infartos, además de generar endorfinas.

Si no es posible porque las distancias son demasiado largas, compartir el transporte público es una alternativa más ecológica. De esta manera, no solo tendrás una excelente salud, sino que contribuirás a generar menos contaminación producida por el tránsito.

5.    Cuidar el agua

El agua es uno de los recursos naturales más preciados, sin embargo, es también uno de los que más se derrocha. Por esto, es importante tomar conciencia y cuidarla.

Tomar baños de no más de cinco minutos, cerrar las canillas mientras nos enjabonamos, nos cepillamos los dientes o lavamos los platos, puede hacer una gran diferencia. También podés colocar un balde para acumular el agua fría mientras esperamos se caliente al momento de bañarnos, y recolectar agua de lluvia para regar las plantas.

6.    Cultivar tu propia comida

Uno de los nuevos hábitos que cobra más fuerza últimamente es cultivar tu propia comida, es decir, armar huertas en balcones, patios o jardines. Esto te ayuda a tener un mayor control de tu  alimentación evitando los agroquímicos.

Además, optar por consumir una mayor cantidad de vegetales y reducir la ingesta de productos de origen animal ayuda al ambiente, ya que la industria ganadera es una de las más contaminantes en el mundo.

7.    Consumir local

Otro de los hábitos que proponemos incorporar para tener una vida más sustentable, es consumir productos locales. Por un lado apoyamos e impulsamos la economía local y, además, evitamos la contaminación y uso de recursos por las largas distancias que deben recorrer las mercaderías.