¿Sabías que las ballenas son nuestras mayores aliadas en la lucha contra el cambio climático?

Una reciente investigación de biólogos marinos descubrió un hecho revolucionario: las ballenas podrían ser la solución natural más importante contra el cambio climático.

Estos gigantes del océano almacenarían toneladas de dióxido de carbono en sus cuerpos, que arrastrarían al fondo de los mares tras su muerte. Según el estudio del Fondo Monetario Internacional, cada ballena capturaría alrededor de 33 toneladas de carbono durante su larga vida, que puede llegar a los 200 años. En ese mismo período, un árbol almacenaría apenas el 3% de esa cantidad de carbono.

Los cetáceos se han demostrado indispensables para combatir los efectos del cambio climático, sin embargo, su población se ha visto muy menguada: en la actualidad, apenas sobreviven 1,3 millones de ejemplares, una cuarta parte de la población existente antes del auge de la caza de ballenas.

Catalogadas como en peligro, ocho de las trece grandes especies de ballenas siguen en peligro de extinción después de décadas de protección, según datos de la «Lista Roja de especies amenazadas»,  elaborada por IUCN (Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza), que nos permite conocer el estado de la amenaza de las especies de animales y plantas en el mundo.

Numerosas son las amenazas que sufre la especie: la caza, las redes de pesca, la industria (colisiones con buques, la contaminación y el desarrollo de petróleo y gas) y el cambio climático son las que más se destacan.

Prevenir y revertir el daño sobre las poblaciones de ballenas se ha vuelto más urgente que nunca. Son nuestras mayores aliadas en la lucha contra el cambio climático, y protegiéndolas, protegemos nuestra propia existencia.