Si buscás desconectarte con tu familia o amigos del ritmo cotidiano de la ciudad, existe un destino ideal.
Por suerte, Argentina se caracteriza por contar con una variedad de alternativas similares a lo largo de su geografía: estamos hablando de las reservas naturales, o también llamadas reservas ecológicas.
Son un área natural protegida y conservada por el hombre para el desarrollo de la vida silvestre, la flora y la fauna, y que también suele contar con rasgos geológicos de interés, importantes para comprender la composición y estructura de la Tierra. Estos espacios se utilizan ocasionalmente para la investigación y la educación sobre la naturaleza en su estado original.
Una de las opciones se encuentra a tan sólo 52 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, en San Vicente. Dentro del Municipio, la reserva natural Laguna de San Vicente abarca 180 hectáreas verdes que incluyen su laguna, un humedal con un extenso pajonal, sectores de pastizales y reductos de talares.
Inaugurada en el año 2013, la reserva está dividida en tres partes y cada una se identifica con un nombre distinto. “Taguató”, que abarca la ribera de la laguna y es accesible en todo momento; “Lagarto Overo”, con senderos internos de 600 metros de recorrido; y “Los Coipos”, una zona que aún está en recuperación.
Quienes la visiten tendrán la oportunidad de encontrarse con una amplia fauna nativa. Coipos, carpinchos, lagartos overos, zarigüeyas overas, cuises, tortugas de agua y más de 135 especies de aves forman parte de la lista. Al mismo tiempo, podrán observar especies vegetales como ceibos, espinillos, coronillos, senes del campo, malvas blancas y mariposeras. Si estás interesado en conocerla, podés informarte más en el Facebook oficial de la reserva: Reserva Natural Laguna de San Vicente.